Semana 4: La templanza fortalece el amor y entrega en nuestra familia.
«Sé pasar privaciones y vivir en la abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo momento: a estar satisfecho o hambriento, en la abundancia o en la escasez. Todo lo puedo en aquel que me fortalece». Flp 4,12-13
Criterio para iluminar el día
La templanza se transmite en la familia.
Acciones concretas
Mirando a la familia de Nazaret me esforzaré por:
- Dar ejemplo a mis hijos siendo consecuente con lo que pienso, digo y hago.
- Sobrellevar las contrariedades con serenidad.
- Estar dispuesto a escuchar lo que mi cónyuge e hijos me enseñan y corrigen.
Oración de la semana
SUPLICAS A LA SANTÍSIMA VIRGEN[1]
Dame tus ojos, Madre, para saber mirar;
si miro con tus ojos jamás podré pecar.
Dame tus labios, Madre para poder rezar;
si rezo con tus labios Jesús me escuchará.
Dame tu lengua, Madre, para ir a comulgar;
es tu lengua, patena de gracia y santidad.
Dame tus brazos, Madre, que quiero trabajar;
entonces mi trabajo valdrá una eternidad.
Dame tu manto, Madre, que cubra mi pobreza;
cubierto con tu manto al cielo he de llegar.
Dame tu cielo, Oh Madre, para poder gozar;
si Tú me das Cielo, ¿qué más puedo anhelar?
Dame a Jesús, Oh Madre, para poder amar;
esta será mi dicha por una eternidad.
[1] Tomado de www.corazones.org.