Transcripción del audio:
Hola amigos, bienvenidos a Familiaris. Yo soy Erica, y yo soy Edgardo, y esta semana reflexionaremos sobre cómo la templanza nos prepara para amar. Y nos ayuda en nuestra convivencia diaria a superar muchas dificultades que ponen en peligro la armonía de nuestro matrimonio.
Y como hemos dicho antes, la templanza nos da la fuerza para renunciar a nuestros egoísmos, a lo que no nos hace bien, y quizás incluso, a lo bueno, en favor de algo mejor para mi familia. Como por ejemplo dedicar tiempo a mis hijos, pasando menos tiempo con mis amigos, o el hecho de ahorrar dinero para mi familia, en el caso de que tengamos un proyecto. Todos tenemos nuestros rectos y nuestras dificultades en la vida, en sus diferentes etapas, desde que somos niños hasta que somos abuelos, por eso lo importante de conocernos y reconocer cuando me convierto en una víctima de mis emociones, y no puedo dominarme, y así ser consciente también de mis debilidades, y evitar caer en circunstancias que me pongan en peligro.
Y esto me hace recordar al programa «Perder para Ganar» de repente alguno lo ha visto, es un reality de un grupo de personas con muchos sobrepeso, deciden bajar de peso y el concurso lo gana el que finalmente pierde más kilos, se llama «The Biggest Loser» y para Latinoamérica se llama «Perder para Ganar». Es decir estas personas, un poco más allá del show que hay al rededor del programa, pierden kilos para ganar salud. Claro y si nos podemos a pensar en el día a día, todos perdemos para ganar algo, por eso es que hemos preparado una pequeña lista de cosas que Erica y yo hemos perdido para ganar circunstancias de nuestra vida familiar, en donde la templanza a jugado un papel importante, por ejemplo, yo a noche me acosté muy tarde, y a pesar de mi cansancio, hoy me levanté temprano, y con alegría tendí a mis hijos para que vayan al colegio y me esmeré con sus loncheras. Varias veces me acuerdo haberme despertado a la 1 a.m. más o menos para recoger a mis hijos de las fiestas que los han invitado. Yo todas las noches en vez de ver noticias o la serie que me gusta ver, veo «Garfield» y «Masha y el oso» junto a mi hijo. Cuando mi hija adolescente era niña, le conté 365 cuentos durante un año haciendo voces de animalitos. Cuando voy a la casa de mis papás, muchas veces pasa que me cuentan las mismas historias, y yo me hago la sorprendida y me río con ellos de lo que me cuentan. Otro ejemplo de templanza y esta va apara ti, cuando no me enojé cuando perdiste un equipo de trabajo de 500$ olvidados en un taxi. Cuando vamos a la misa todos los domingos, a pesar de que a veces tenemos frío y estamos cansados.
Entonces como ven la virtud de la templanza es muy probable que haya estado siempre ahí en nuestras vidas, obviamente por Gracia de Dios, pero eso no acaba ahí, porque la vida de seguro nos prepara muchas pruebas más en adelante, y por eso es que tenemos que estar preparados, así como un atleta se prepara para alcanzar la meta, o un estudiante para lograr un titulo profesional, la templanza en el matrimonio me prepara para ser capaz de dar lo mejor de mí. El matrimonio nos exige vencer muchos egoísmos, cambiar muchas actitudes, y entregarnos sin medidas, y más aún cuando nos convertimos en padres, me imagino que muchos de ustedes saben de lo que estoy hablando, así que los invitamos a recordar quizás ejemplos en donde la templanza a jugado un papel importante en su vida matrimonial, en su familia, y a pedirle al Señor que siga bendiciéndoles con esta virtud tan valiosa.
Bueno amigos, los invitamos a revisar los medios concretos para vivir la templanza en esta semana, llegan a sus correos electrónicos todos los días, y también los encuentran en el Facebook de Familiaris. No se olviden de darnos un «like». Nos despedimos y hasta la próxima.