Semana 3: La templanza nos ayuda a buscar el bien en nuestro matrimonio.
«El fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí». Gal 5,22-23
Criterio para iluminar el día
Prescindiré de lo que me hace daño y me aleja del amor.
Acciones concretas
Con la ayuda del Señor Jesús y Santa María:
- Diré con fe: “Señor Jesús ayúdame”, ante las tentaciones de tristeza, angustia o ansiedad.
- Organizaré mi tiempo, haciendo uso de la agenda para ordenar mis prioridades.
- Venciendo la tentación de hacer lo urgente antes de lo importante, me daré un tiempo para compartir en familia.
Oración de la semana
Para servir[1]
Oh Cristo, para poder servirte mejor
dame un noble corazón.
Un corazón fuerte
para aspirar por los altos ideales
y no por opciones mediocres.
Un corazón generoso en el trabajo,
viendo en él no una imposición
sino una misión que me confías.
Un corazón grande en el sufrimiento,
siendo valiente soldado ante mi propia cruz
y sensible cirineo para la cruz de los demás.
Un corazón grande para con el mundo,
siendo comprensivo con sus fragilidades
pero inmune a sus máximas y seducciones.
Un corazón grande con los hombres,
leal y atento para con todos
pero especialmente servicial y delicado
a los pequeños y humildes.
Un corazón nunca centrado sobre mí,
siempre apoyado en ti,
feliz de servir a mis hermanos,
¡Oh, mi Señor!,
todos los días de mi vida. Amén.
[1] P. Ignacio Larrañaga, Encuentro. Manual de Oración, n. 59