Lecturas del día

Lecturas del Viernes de la 25ª semana del Tiempo Ordinario (II)

Ecle 3,1-11 / Sal 143,1a y 2abc.3-4 (R.: 1a) / Lc 9,18-22

PRIMERA LECTURA

Todas las tareas bajo el sol tienen su sazón.

Lectura del libro del Eclesiastés     3,1-11

Todo tiene su tiempo y sazón,
todas las tareas bajo el sol:
tiempo de nacer, tiempo de morir;
tiempo de plantar, tiempo de arrancar;
tiempo de matar, tiempo de sanar;
tiempo de derruir, tiempo de construir;
tiempo de llorar, tiempo de reír;
tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar;
tiempo de arrojar piedras,
tiempo de recoger piedras;
tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse;
tiempo de buscar, tiempo de perder;
tiempo de guardar, tiempo de desechar;
tiempo de rasgar, tiempo de coser;
tiempo de callar, tiempo de hablar;
tiempo de amar, tiempo de odiar;
tiempo de guerra, tiempo de paz.
¿Qué saca el obrero de sus fatigas?
Observé todas las tareas
que Dios encomendó a los hombres para afligirlos:
todo lo hizo hermoso en su sazón
y dio al hombre el mundo para que pensara;
pero el hombre no abarca las obras
que hizo Dios desde el principio hasta el fin.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 143,1a y 2abc.3-4 (R.: 1a)

R/. Bendito el Señor, mi Roca.

Bendito el Señor, mi Roca,
mi bienhechor, mi alcázar,
baluarte donde me pongo a salvo,
mi escudo y mi refugio. R/.

Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él?;
¿qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo;
sus días, una sombra que pasa. R/.

EVANGELIO

Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho.

Lectura del santo evangelio según san Lucas     9,18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy yo?»

Ellos contestaron: «Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.»

Él les preguntó: «Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»

Pedro tomó la palabra y dijo: «El Mesías de Dios.»

Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.»

Palabra del Señor.