Lecturas del día

Lecturas del Sábado de la 25ª semana del Tiempo Ordinario (II)

Ecle 11,9–12,8/ Sal 89,3-4.5-6.12-13.14 y 17 (R.: 1) /Lc 9,43b-45

PRIMERA LECTURA

Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud, antes de que el polvo vuelva a la tierra y el espíritu vuelva a Dios.

Lectura del libro del Eclesiastés     11,9–12,8

Disfruta mientras eres muchacho
y pásalo bien en la juventud;

déjate llevar del corazón,
de lo que atrae a los ojos;

y sabe que Dios te llevará a juicio
para dar cuenta de todo.

Rechaza las penas del corazón
y rehuye los dolores del cuerpo:
niñez y juventud son efímeras.

Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud,
antes de que lleguen los días aciagos
y alcances los años en que dirás:
«No les saco gusto.»

Antes de que se oscurezca la luz del sol,
la luna y las estrellas,
y a la lluvia siga el nublado.

Ese día temblarán los guardianes de casa
y los robustos se encorvarán,
las que muelen serán pocas y se pararán,
las que miran por las ventanas se ofuscarán,
las puertas de la calle se cerrarán
y el ruido del molino se apagará,
se debilitará el canto de los pájaros,
las canciones se irán callando,
darán miedo las alturas
y rondarán los terrores.

Cuando florezca el almendro,
y se arrastre la langosta,
y no dé gusto la alcaparra,
porque el hombre marcha a la morada eterna
y el cortejo fúnebre recorre las calles.

Antes de que se rompa el hilo de planta,
y se destroce la copa de oro,
y se quiebre el cántaro en la fuente,
y se raje la polea del pozo,
y el polvo vuelva a la tierra que fue,
y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio.

Vanidad de vanidades, dice Qohelet,
todo es vanidad.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 89,3-4.5-6.12-13.14 y 17 (R.: 1)

R/. Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación

Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán.»
Mil años en tu presencia son un ayer, que pasó;
una vela nocturna. R/.

Los siembras año por año,
como hierba que se renueva:
que florece y se renueva por la mañana,
y por la tarde la siegan y se seca. R/.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Baje a nosotros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.

EVANGELIO

Al Hijo del hombre lo van a entregar. Les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Lectura del santo evangelio según san Lucas     9,43b-45

En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: «Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.»

Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Palabra del Señor.