Dn 3,14-20.91-92.95 / Dn 3,52.53.54.55.56 / Jn 8,31-42
PRIMERA LECTURA
Envió un ángel a salvar a sus siervos.
Lectura de la profecía de Daniel 3,14-20.91-92.95
En aquellos días, el rey Nabucodonosor dijo:
-«¿Es cierto, Sidrac, Misac y Abdénago, que no teméis a mis dioses ni adoráis la estatua de oro que he erigido? Mirad: si al oír tocar la trompa, la flauta, la citara, el laúd, el arpa, la vihuela y todos los demás instrumentos, estáis dispuestos a postraros adorando la estatua que he hecho, hacedlo; pero, si no la adoráis, seréis arrojados inmediatamente al horno encendido, y ¿qué dios os librará de mis manos?».
Sidrac, Misac y Abdénago contestaron al rey Nabucodonosor:
-«A eso no tenemos por qué responder. Si nuestro Dios a quien veneramos puede librarnos del horno encen¬dido, nos librará, oh rey, de tus manos. Y aunque no lo hiciera, que te conste, majestad, que no veneramos
a tus dioses ni adoramos la estatua de oro que has erigido».
Entonces Nabucodonosor, furioso contra Sidrac, Misac: y Abdénago, y con el rostro desencajado por la rabia, mandó encender el horno siete veces más fuerte que de costumbre, y ordenó a sus soldados más robustos que atasen a Sidrac, Misac y Abdénago y los echasen en el horno encendido.
Entonces el rey Nabucodonosor se alarmó, se levantó y preguntó, estupefacto, a sus consejeros:
-«¿No eran tres los hombres que atarnos y echamos al horno? ».
Le respondieron:
– «Así es, majestad».
Preguntó:
-«¿Entonces, cómo es que veo cuatro hombres, sin atar, paseando por el horno sin sufrir daño alguno? Y el cuarto parece un ser divino».
Nabucodonosor entonces dijo:
-«Bendito sea el Dios de Sidrac, Misac y Abdénago, que envió un ángel a salvar a sus siervos que, confiando en él, desobedecieron el decreto real y entregaron sus cuerpos antes que venerar y adorar a otros dioses fuera del suyo».
Palabra de Dios.
Salmo responsorial
Dn 3,52.53.54.55.56
R/. A ti gloria y alabanza por los siglos.
Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres,
bendito tu nombre santo y glorioso. R/.
Bendito eres en el templo de tu santa gloria. R/.
Bendito eres sobre el trono de tu reino. R/.
Bendito eres tú, que sentado sobre querubines
sondeas los abismos. R/.
Bendito eres en la bóveda del cielo. R/.
Versículo antes del evangelio cf. Lc 8,15
Dichosos los que con un corazón noble y generoso
guardan la palabra de Dios
y dan fruto perseverando.
EVANGELIO
Si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres.
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 8,31-42
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos que habían creído en él:
– «Si permanecéis en mi palabra, seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.»
Le replicaron:
– «Somos linaje de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: “Seréis libres”?».
Jesús les contestó:
– «En verdad, en verdad os digo: todo el que comete pecado es esclavo. El esclavo no se queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre. Y si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. Ya sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro padre».
Ellos replicaron:
– «Nuestro padre es Abrahán».
Jesús les dijo:
– «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios, y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre».
Le replicaron:
– «Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios».
Jesús les contestó:
– «Si Dios fuera vuestro padre, me amaríais, porque yo salí de Dios, y he venido. Pues no he venido por mi cuenta, sino que él me envió».
Palabra del Señor.