Lima, 18/02/16 (Familia Sodálite Noticias – Perú). Un gran contingente de voluntarios peruanos y extranjeros ofrecieron atenciones médicas en diversas especialidades a más de 1.600 pacientes en las Misiones Médicas organizadas por Solidaridad en Marcha durante los días 12, 13 y 14 de febrero, en San Juan de Miraflores.
Las Misiones Médicas se realizaron este año en el Colegio Nº7035 “Leoncio Prado” en Pamplona Alta, una zona con muchas carencias materiales y familias que no tienen acceso a atenciones médicas de calidad. En esta edición de las Misiones Médicas de Solidaridad en Marcha, se dieron cita para atender a los vecinos de San Juan de Miraflores más de 300 voluntarios provenientes de Estados Unidos, Canadá y Perú. Se brindó atención en medicina interna, oncología, pediatría, ginecología, reumatología, oftalmología, nutrición, psicología, psiquiatría, odontología, ecografía. También se contó con una guardería en donde los pacientes podían dejar a sus hijos para ser atendidos con mejor comodidad. Las misiones concluyeron con una Misa celebrada por el P. Javier Len. Adicionalmente a las atenciones, también se realizó una donación de útiles, especialmente necesarios para los más pequeños ya que el año escolar en Lima se inicia a principios del mes de marzo.
Las Misiones Médicas son campañas de consulta médica en donde lo central es la atención a las personas más necesitadas de la ciudad de manera gratuita. Gustavo Castillo, miembro del Movimiento de Vida Cristiana, nos compartió su experiencia: “A pesar que ya he participado como voluntario anteriormente en Misiones Médicas, la experiencia nunca se repite o se hace vieja. Todos los años descubres nuevas historias, personas y maneras de ayudar que no conocías. Este año me tocó apoyar al área de odontología. Al inicio no hice más que hacer ingresar a la gente, pero poco a poco, y conforme se requería de mi ayuda, hice de traductor, asistente dental e incluso aprendí a poner flúor y enseñar la manera adecuada de cepillar los dientes. Fue una labor dura, porque odontología fue una de las especialidades más requeridas; sin embargo, el esfuerzo valió la pena. Es de verdad muy bonito ver cómo diferentes personas, incluso de diversos países, se unen con un fin común: servir. Pude conocer personas muy agradables, desde quienes se venían a atender, hasta quienes brindaban su ayuda profesional. De nuevo valió la pena la inversión de un fin de semana”.