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Lecturas de San José Obrero

Gén 1,26—2,3 / o bien: Col 3,14-15.17.23-24 / Sal 89,2.3-4.12-13.14 y 16 (R.: cf. 17) / Mt 13,54-58

PRIMERA LECTURA

Llenad la tierra y sometedla

Lectura del libro del Génesis     1, 26—2, 3

Dijo Dios:
—«Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza; que domine los peces del mar, las aves del cielo, los animales domésticos, los reptiles de la tierra».
Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; hombre y mujer los creó.
Y los bendijo Dios y les dijo:
—«Creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla; dominad los peces del mar, las aves del cielo, los vivientes que se mueven sobre la tierra».
Y dijo Dios:
—«Mirad, os entrego todas las hierbas que engendran semilla sobre la faz de la tierra; y todos los árboles frutales que engendran semilla os servirán de alimento; y a todas las fieras de la tierra, a todas las aves del cielo, a todos los reptiles de la tierra, a todo ser que respira, la hierba verde les servirá de alimento».
Y así fue.
Y vio Dios todo lo que había hecho; y era muy bueno.
Pasó una tarde, pasó una mañana: el día sexto.
Y quedaron concluidos el cielo, la tierra y sus ejércitos.
Y concluyó Dios para el día séptimo todo el trabajo que había hecho; y descansó el día séptimo de todo el trabajo que había hecho.
Y bendijo Dios el día séptimo y lo consagró, porque en él descansó de todo el trabajo que Dios había hecho cuando creó.

Palabra de Dios.

O bien:

Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los hombres

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses     3, 14-15. 17. 23-24

Hermanos:
Por encima de todo, el amor, que es el ceñidor de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo actúe de árbitro en vuestro corazón; a ella habéis sido convocados, en un solo cuerpo. Y sed agradecidos.
Y, todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
Lo que hacéis, hacedlo con toda el alma, como para servir al Señor y no a los hombres: sabiendo que recibiréis del Señor en recompensa la herencia. Servid a Cristo Señor.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 89, 2. 3-4. 12-13. 14 y 16 (R.: cf. 17)

R/. Haz prósperas, Señor, las obras de nuestras manos.

O bien:

Aleluya.

Antes que naciesen los montes
o fuera engendrado el orbe de la tierra,
desde siempre y por siempre tú eres Dios. R/.

Tú reduces el hombre a polvo,
diciendo: «Retornad, hijos de Adán».
Mil años en tu presencia
son un ayer, que pasó;
una vela nocturna. R/.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuándo?
Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria. R/.

Aleluya Sal 67, 20

Bendito el Señor cada día,
Dios lleva nuestras cargas, es nuestra salvación.

EVANGELIO

¿No es el hijo del carpintero?

Cruz Lectura del santo evangelio según san Mateo     13, 54-58

En aquel tiempo, fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada:
—«¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?».
Y aquello les resultaba escandaloso. Jesús les dijo:
—«Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta».
Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe.

Palabra del Señor.