Al reanudar su catequesis sobre la oración, también en esta ocasión desde la Biblioteca del Palacio Apostólico, el Santo Padre Francisco reflexionó acerca de la oración y la Trinidad. A modo de introducción se leyó un pasaje de Juan (14,15-17.25-26) sobre la promesa del Espíritu Santo:
“Si me aman, guarden mis mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque mora con ustedes, y estará en ustedes. Les he dicho estas cosas estando con ustedes. Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él les enseñará todas las cosas, y les recordará todo lo que yo les he dicho”.
La oración como relación con la Santísima Trinidad
Tal como explicó el Papa, en esta catequesis deseaba continuar reflexionando sobre la oración “como relación con la Santísima Trinidad”, y en particular con el Espíritu Santo. Del Espíritu Santo el Pontífice dijo que “es el don fundamental de la vida cristiana”. Y añadió que “si podemos invocar a Dios llamándolo ‘Abbá – Papá’ es porque el Espíritu Santo habita en nosotros”.
El Santo Padre también explicó que así como Abrahán, “que dando hospitalidad a tres viajeros, encontró a Dios, Trinidad de amor, también nosotros estamos llamados a abrirnos a su presencia y a acogerlo en nuestra vida”.
Los orantes no son sólo los monjes o los eremitas
Además, el Pontífice invitó a no pensar “que los orantes son sólo los monjes o los eremitas”. Y destacó: “Cuántas personas comunes han encontrado a Dios en el Evangelio, en la Eucaristía y en los hermanos, y cada día dan testimonio humilde de misericordia, de servicio y de oración”. Y concluyó diciendo:
Al saludar cordialmente a los fieles de lengua española, el Papa Francisco, antes de bendecirlos, les dejó una invitación:
Año de la Familia Amoris Laetitia
A los fieles polacos el Santo Padre les recordó que con el llamamiento mariano especial de mañana, y con la Eucaristía celebrada en Jasna Gòra en la solemnidad de San José, comenzarán las celebraciones del Año de la Familia Amoris Laetitia. Y formuló su deseo de que María, “Reina de Polonia, obtenga para las familias la visión evangélica del matrimonio, en la comprensión mutua y en el respeto por la vida humana”. Mientras al bendecir de corazón a todos ellos su intención fue de modo especial a cuantos participarán en las iniciativas emprendidas con motivo de las celebraciones del mencionado Año.
Llamamiento por Paraguay
Después de rezar el Padrenuestro y de impartir su bendición apostólica a cuantos participaron en esta audiencia general a través de los medios de comunicación, el Papa dijo:
Llamamiento por Myanmar
A continuación, el Papa dijo: “Una vez más y con gran tristeza siento la urgencia de evocar la dramática situación de Myanmar, donde tantas personas, especialmente jóvenes, están perdiendo la vida para ofrecer esperanza a su país”.
San José hombre justo y sabio
Mientras al saludo a los fieles de lengua italiana el Santo Padre recordó que pasado mañana celebraremos la solemnidad de San José. Por esta razón el Papa señaló el ejemplo de este gran Santo a quienes invitó a confiarle su existencia.
Por último, el pensamiento del Papa si dirigió a los ancianos, a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados con las siguientes palabras:
En la vida, en el trabajo, en la familia, en los momentos de alegría y de dolor, San José buscó y amó constantemente al Señor, ganándose el elogio de la Escritura como hombre justo y sabio. Invóquenlo siempre, especialmente en los momentos difíciles que puedan encontrar. ¡A todos mi bendición!
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