Ciclo A – Tiempo Ordinario – Semana 33 – Jueves
23 de noviembre de 2017
Suprimir la libertad, borrar la memoria, adoctrinar a los jóvenes: son los tres indicadores de las colonizaciones culturales e ideológicas de todos los tiempos. En su homilía de la Misa matutina celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta el cuarto jueves de noviembre, el Papa Francisco volvió a referirse a este tema inspirándose, una vez más, en las Lecturas de la semana, que narran la persecución del rey Antíoco Epífanes contra los Macabeos fieles a la ley de los Padres.
El Santo Padre explicó que lo que sucedió al pueblo de Dios, pasa cada vez que en la tierra surge una nueva dictadura cultural o ideológica. “Piensen sin dar nombres —dijo Francisco— en lo que hicieron las dictaduras del siglo pasado en Europa” y en las “escuelas de adoctrinamiento” que nacieron:
Otra forma de tortura
“Se quita la libertad, se deshace la historia, la memoria del pueblo y se impone un sistema educativo a los jóvenes. Todos, todos hacen así. Todas, todas hacen así. Incluso con guantes blancos, algunos, no sé, un país, una nación, pide un préstamo, “no, yo te doy, pero tú, en las escuelas, debes enseñar esto, esto, esto”, y te indican los libros; libros que borran todo lo que Dios ha creado y cómo lo ha creado. Borran las diferencias, borran la historia: a partir de hoy se comienza a pensar así. El que no piensa así, es dejado de lado, e incluso perseguido”.
La memoria nos ayuda a vencer cada sistema educativo perverso
El Obispo de Roma reafirmó que también en Europa sucedió lo mismo, donde “los que se oponía a las dictaduras genocidas, eran perseguidos”, eran amenazados y privados de la libertad, lo que corresponde después “a otra forma de tortura”. Y además de la libertad, las colonizaciones ideológicas y culturales quitan la memoria, reduciéndola a “fábulas”, a “mentiras”, a “cosas de viejos”.
Al recordar al respecto la figura de la madre de los Macabeos que exhorta a sus hijos a mantenerse firmes frente al martirio, el Pontífice subrayó el papel único de la mujer en la custodia de la memoria y de las raíces históricas:
No hay colonización cultural que pueda vencer el dialecto
“Custodiar la memoria: la memoria de la salvación, la memoria del pueblo de Dios, aquella memoria que hacía fuerte la fe de este pueblo perseguido por esta colonización ideológico-cultural. La memoria es la que nos ayuda a vencer cada sistema educativo perverso. Recordar. Recordar los valores, recordar la Historia, recordar las cosas que hemos aprendido. Y después a la mamá. La mamá que hablaba dos veces —dice el texto— “en la lengua de los padres”: hablaba en dialecto. Y no hay ninguna colonización cultural que pueda vencer el dialecto”.
Sólo la fuerza de las mujeres es capaz de resistir a la colonización cultural
La “ternura femenina” y la “valentía viril” de la madre de los Macabeos que se hace fuerte gracias a las raíces históricas de la lengua de los Padres en la defensa de sus hijos y del Pueblo de Dios, hace pensar —observó el Papa— que “sólo la fuerza de las mujeres es capaz de resistir a una colonización cultural”. Son ellas, las mamás y las mujeres, las que custodian la memoria, el dialecto, “capaces de defender la historia de un pueblo” – y añadió Francisco– capaces “de transmitir la fe” que “después los teólogos explicarán”:
El pueblo de Dios ha ido adelante gracias a la fuerza de tantas mujeres buenas, que han sabido dar a sus hijos la fe. Y sólo ellas —las mamás— saben transmitir la fe en dialecto. Que el Señor nos dé siempre la gracia, en la Iglesia, te tener memoria, de no olvidar el dialecto de los padres y de tener mujeres valerosas”.
De María Fernanda Bernasconi