Ciclo B – Pascua – Semana 03 – Miércoles
21 de abril de 2021
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Buen Jesús, enviado del Padre, te pido que en este momento de oración me ayudes a acrecentar mi deseo de obedecer el Plan que Dios Padre tiene para mí y así poder cumplirlo en cada momento de mi vida como Tú lo hiciste.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Señor bueno, te presento mi corazón arrepentido pues constato que no siempre vivo como quisiera, pues veo que me alejo del camino que Tú me invitas recorrer. Sáname y renuévame por dentro.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día
“Esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en Él” (Jn 6, 35-40)
Les dijo Jesús: «Yo soy el pan de la vida. El que venga a mí, no tendrá hambre, y el que crea en mí, no tendrá nunca sed. Pero ya os lo he dicho: Me habéis visto y no creéis. Todo lo que me dé el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré fuera; porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Y esta es la voluntad del que me ha enviado; que no pierda nada de lo que él me ha dado, sino que lo resucite el último día. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo el que vea al Hijo y crea en él, tenga vida eterna y que yo le resucite el último día.»
Lectura espiritual breve
Lee con atención la siguiente reflexión que te ayudará a profundizar el evangelio:
El Señor como buen Pastor, siempre está pendiente de alimentar a sus ovejas. Y hoy nos quiere mostrar el alimento que nos quiere dar, porque nos ha visto hambrientos y sedientos. Nos quiere alimentar con su Cuerpo y con su Sangre. Es el alimento que sacia el hambre de infinito.
Y como decía una persona: “Somos aquello que comemos”. Porque aquello que nos alimenta, una vez ingerido, se convierte en parte de nuestro ser, en parte de nuestro cuerpo y luego ya nada lo puede separar. Así es Cristo, se nos da como alimento porque sabe muy bien que somos aquello que comemos. Y quiere que seamos uno con Él y que ya nadie nos pueda separar. Por eso recibir la Eucaristía nos “cristifica”, nos hace cada vez más como el Señor Jesús.
Esa es la vida eterna que Jesús nos promete hoy en el Evangelio, la vida junto a Él, estar unidos a Él. Como el sarmiento que está unido a la vid y bebe de la misma savia. Ser uno con el Señor. Esa es la vida auténtica, la que llena nuestro hambre de eternidad. (Padre Juan José Paniagua)
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Te estás alimentando con frecuencia del Señor Jesús en la Eucaristía, a través de la oración?
2.- ¿De qué otras cosas te estás alimentando y que no te ayudan a ser más como Cristo?
Acción de gracias y peticiones personales
Buen Jesús, Hijo obediente del Padre, te agradezco pues con tu ejemplo me enseñas a vivir en constante obediencia al Plan de Dios. Te pido que me ayudes a creer firmemente en Ti y así alcanzar la vida eterna que me has prometido. Amén
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Reina del Cielo, alégrate, aleluya,
porque el Señor, a quien llevaste en tu seno, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.