Ciclo B – Tiempo de Adviento – Semana 1 – Martes
01 de diciembre de 2020
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Buen Jesús, Tú que haciéndote Niño has querido salir a nuestro encuentro, te pido que me ayudes a acoger tu iniciativa con un espíritu sencillo y un corazón de niño para que, así, nos encontremos en la sencillez del portal de Belén.
Acto penitencial
(Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Señor, yo sé que peco y falto muchas veces contra Ti. Te ruego Señor que me obtengas tu misericordia para que junto a Ti, pueda ponerme de pie y no pecar más.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día
«Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra» (Lc 10,21-24)
En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar». Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: «¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!».
Lectura espiritual breve
Lee este breve texto del que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio:
En este pasaje del Evangelio vemos al Señor Jesús viviendo una de las experiencias humanas más queridas por el hombre: la alegría. Se dice al inicio que Jesús se llenó de la “alegría del Espíritu Santo”, y es que la auténtica alegría es siempre un don que nos viene de lo Alto. Y podemos preguntarnos: ¿Cuál es el motivo de la alegría de Jesús? ¿Cuál es la razón por la cual se llena de alegría? Y vemos que Él se alegra al reconocer la acción de Dios Padre; se alegra porque ve que el Amor de Dios se hace presente en el mundo al revelar sus designios a la gente sencilla y humilde.
¿Cómo actúa Dios en nuestra vida? ¿Reconocemos cómo Dios quiere revelarnos su amor y su Plan de salvación en nuestra vida? Meditar en cómo Dios se hace presente en nuestro día a día, reconocer el modo en el cual Él revela su amor es realmente una fuente de verdadera alegría para el cristiano, y eso nos da motivos para como Jesús rezar y alabar a Dios diciéndole: “Yo te bendigo Padre, Señor del Cielo y de la Tierra”.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Qué cosas alegran mi corazón en mi vida diaria?
2.- ¿Cómo se manifiesta el amor de Dios en estos días en mi vida? (En la oración, sacramentos, personas, circunstancias de la vida diaria, etc.)
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Señor Jesús porque, así como tu también eres Hijo, me enseñas como obedecer al Padre con un corazón dócil y humilde. Ayúdame a no dejar de comprenderme a mí mismo como un hijo del Padre, para que así pueda obedecer a su Plan amoroso como tu me enseñaste a hacerlo. Amén.
(Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Termina rezándole a María:
Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que
han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido abandonado de Ti.
Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.
¡Oh Madre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente. Amén
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.