Mi vida en Xto Oración

Oración del martes: “Necesitan nacer de nuevo desde arriba”

Ciclo C – Pascua – Semana 2 – Martes
26 de abril de 2022

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, quiero ser santo. Quiero serlo de corazón. Si por el Bautismo he nacido verdaderamente de lo alto, concédeme vivir de acuerdo a tu admirable sacramento de amor. Que, encontrándome intensamente contigo en esta oración, pueda dar un valiente testimonio de Ti a todos los que te buscan.

Acto penitencial

Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.

Buen Jesús, quiero ser santo, pero soy frágil. Mírame con ternura y apiádate de mí. Enséñame a ser santo y dame la gracia de nacer de lo alto. Si ayer flaqueé, hoy prometo cooperar al máximo de mis capacidades y posibilidades para amar.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día

«Necesitan nacer de nuevo desde arriba» Jn 3,7b-15

«No te extrañes de que te haya dicho: “Necesitan nacer de nuevo desde arriba”. El viento sopla donde quiere, y tú oyes su silbido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va. Lo mismo le sucede al que ha nacido del Espíritu».
Nicodemo volvió a preguntarle: «¿Cómo puede ser eso?»
Respondió Jesús: «Tú eres maestro en Israel, y ¿no sabes estas cosas? En verdad te digo que nosotros hablamos de lo que sabemos, y damos testimonio de lo que hemos visto, pero ustedes no aceptan nuestro testimonio. Si ustedes no creen cuando les hablo de cosas de la tierra, ¿cómo van a creer si les hablo de cosas del Cielo? Sin embargo, nadie ha subido al Cielo sino sólo el que ha bajado del Cielo, el Hijo del Hombre. Recuerden la serpiente que Moisés hizo levantar en el desierto: así también tiene que ser levantado el Hijo del Hombre, y entonces todo el que crea en él tendrá por él vida eterna».

Lectura espiritual breve

Lee con atención la siguiente reflexión que te ayudará a profundizar el evangelio:

Hoy el Señor le dice a Nicodemo: “Tienen que nacer de lo alto”. Y ayer le dijo: “El que no nazca del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios”. ¿A qué nacimiento se refiere Jesús? Está hablando de nuestro Bautismo, que es un verdadero “nacer de nuevo”. Es increíble cómo un signo tan sencillo como derramar agua sobre la cabeza de alguien, puede tener consecuencias tan grandes. Es el regalo inmenso de Dios. Por el Bautismo pasamos de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz, del destierro a ser hijos de Dios, miembros de su Cuerpo Místico que es la Iglesia. Por eso nos convertimos en “criaturas nuevas”, pasamos a ser hijos adoptivos de Dios, herederos del Reino. Es realmente una vida distinta, es la vida de la gracia. En eso consiste la salvación que Dios nos trae por el Bautismo. Esta salvación nos libra no sólo de las llamas del infierno, a los ojos de Dios parece que eso sería muy poco, sino que nos hace hijos, paga nuestras deudas impagables y además nos hace herederos. Pasamos de ser condenados, a ser hijos del Reino. ¿Eso no es acaso una vida realmente nueva? ¿No habla de nuestra dignidad de cristianos? Es la vida verdadera que nos regala el Señor. (Padre Juan José Paniagua)

Breve meditación personal

Haz silencio en tu interior y pregúntate:

1. ¿Qué me dice el evangelio que he leído?

2. ¿Cómo ilumina mi vida?

3. ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias, Señor Jesús, porque te has despojado de tu condición divina y has bajado de lo alto para amarnos y enseñarnos a amar. Ya que por el Bautismo has derramado tu Espíritu Santo sobre mí, concédeme vivir ahora y siempre según este don, poniendo los medios necesarios para santificarme a través del testimonio de Ti, en todo momento y en todo lugar.

Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

Reina del Cielo, alégrate, aleluya,
porque el Señor, a quien llevaste en tu seno, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
ruega por nosotros, aleluya.

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.