Ciclo A – Tiempo Ordinario – Semana 30 – Jueves
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, te agradezco por este momento que me concedes para escuchar tu voz. Te pido que me ayudes a disponerme con reverencia, para que atendiendo con la mente y el corazón a tus palabras, pueda vivirlas con alegría y coherencia en la acción.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Señor, reconozco que soy un pecador y he faltado contra Ti. Te pido perdón y me acojo a tu misericordia. Ayúdame a confiar en tu corazón benévolo que siempre perdona a quien en verdad se arrepiente. Y así pueda renovarme en la lucha por alcanzar la santidad.
Lectura Bíblica: Lc 13,31-35
En ese momento se acercaron algunos fariseos que le dijeron: “Aléjate de aquí, porque Herodes quiere matarte”.
El les respondió: “Vayan a decir a ese zorro: hoy y mañana expulso a los demonios y realizo curaciones, y al tercer día habré terminado.
Pero debo seguir mi camino hoy, mañana y pasado, porque no puede ser que un profeta muera fuera de Jerusalén.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!
Por eso, a ustedes la casa les quedará vacía. Les aseguro que ya no me verán más, hasta que llegue el día en que digan: ¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”.
Lectura espiritual breve
Te compartimos este texto del Padre Juan José Paniagua:
Hoy el Señor Jesús tiene palabras muy duras para con Herodes: lo llama zorro. Y a continuación el Señor dice que seguirá curando y expulsando demonios. Su misión es proteger el rebaño, curarlo y guiarlo. Y nos habla también de la misión profética de la Iglesia, la misión de anunciar el bien y denunciar el mal, alimentar el rebaño y también defenderlo de los depredadores, que quieren devorarlo.
Es por eso que la Iglesia, a través de sus pastores, a veces también tiene palabras duras y fuertes cuando se atacan los principios y valores fundamentales de las personas, cuando hay que llamar a las verdades por su nombre por el bien de los demás.
Sin embargo, Jesús no quiere condenar a nadie. Más bien hoy muestra su tristeza, se acongoja por la dureza de corazón de los habitantes de Jerusalén. Tanto los ama y está dispuesto a hacer tanto por ellos, pero ellos no se dejan amar. «¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como la gallina reúne bajo sus alas a los pollitos, y tú no quisiste!», les dirá el día de hoy. Dejémonos amar por Jesús, perdonar por Él; que nuestro corazón sea dócil, para que el Señor nos pueda guiar por sus caminos.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1. ¿Vives con valentía tu vocación profética? ¿Anuncias la verdad del Evangelio, compartes con los demás el tesoro que significa haberse encontrado con Cristo?
2. ¿Denuncias el mal con firmeza y con caridad? ¿Eres firme para oponerte a las cosas que van contra el Evangelio?
Acción de gracias y peticiones personales
Buen Señor, Tú que has querido entregar tu vida para obtenernos la reconciliación, ayúdame a que yo no tema a las cruces que surgirán en mi camino. Sino que las abrace como generosamente, para que cargándolas contigo, pueda yo también cooperar en la obra de salvación que has venido a realizar en el mundo. Amén.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pide la intercesión de María rezando esta oración:
Madre del Redentor, Virgen fecunda
puerta del Cielo
siempre abierta,
estrella del mar
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante la admiración
de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo Creador,
y permaneces siempre Virgen,
recibe el saludo del ángel Gabriel
y ten piedad de nosotros pecadores.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.