Mi vida en Xto

Oración del martes: «María eligió la mejor parte, que no le será quitada»

Año C – Tiempo Ordinario – Semana 27 – Martes
10 de abril de 2016

Marta y Maria 2

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, reconozco tu presencia en mi vida y te pido que me acompañes particularmente en este momento de oración. Ayúdame a elegir la mejor parte y gozar del encuentro y comunión que me regalas. Que esta oración me permita hacer un alto en el camino para escuchar tu palabra y ponerla por obra.

Acto penitencial

Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.

Tú lo sabes todo, Señor, y sabes que muchas veces me alejo de tu Plan de Amor. Sé, sin embargo, que Tú constantemente me invitas a acercarme de nuevo a tu amor, a tu presencia. Ayúdame, Señor mío, a vivir siempre Contigo y a cumplir aquello que me propones para mi felicidad y santidad.

Lectura Bíblica

“María eligió la mejor parte, que no le será quitada”  Lc 10,38-42

Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude». Pero el Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la mejor parte, que no le será quitada».

Lectura espiritual breve

Reflexiona con estas palabras del Padre Juan José Paniagua: 

Aparecen en este pasaje dos hermanas, Marta y María, y nos expresan dos dimensiones importantes de la vida cristiana: Marta la mujer activa, que hace obras buenas, que se pone al servicio de Dios. Y María, la mujer piadosa, de oración, que se pone a los pies de Jesús para escucharlo. Y frente a ellas Jesús reconoce, que María ha escogido la parte mejor.

Y no es que Jesús no valore la actitud de servicio de Marta, que es muestra de su amor. Lo que le dice es: estás preocupada por muchas cosas, angustiada, estás dispersa en medio de tanta actividad. Haces muchas cosas buenas, pero en la multitud de tus actividades, has perdido de vista entre todas ellas cuál es la más importante y por eso la dejaste de lado. Porque ahí radica la gran sabiduría. Saber qué está bien y qué está mal, eso es muy fácil, lo hace cualquiera. Pero diferenciar entre lo bueno y lo mejor, entre muchas cosas buenas, cuál es la más importante, eso es de sabios.

Cuál de las dos es más necesaria, ¿Marta o María? ¿La oración o la acción? Definitivamente las dos. Tener las manos de Marta y el corazón de María. Necesitamos las dos, sin olvidar cuál es la más importante. Que nuestra acción, siempre esté fundamentada e iluminada por nuestra oración.

Breve meditación personal

Haz silencio en tu interior y pregúntate:

1. ¿Eres una persona de oración como María? ¿Dedicas el tiempo necesario para estar a los pies de Jesús y escuchar su voz?

2. ¿A veces te descubres inquieto y disperso en tu actuar? ¿Qué puedes hacer para que tus obras te acerquen siempre a Dios y no te dispersen?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias, Señor por este momento de oración y de encuentro contigo. Ayúdame a vivir permanentemente en tu presencia. Ayúdame a entender que con mi acción te doy gloria, pero que necesito cuidar aquellos espacios privilegiados de encuentro contigo para poder nutrirme y anunciarte verdaderamente. Amén.

Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que
han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido abandonado de Ti.

Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.

¡Oh Madre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente. Amén

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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