Mi vida en Xto

Oración del sábado: “Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan”

Año B – Tiempo Ordinario – Semana 32 – Sábado

En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, enséñame a rezar. Hoy me pongo frente a Ti para aprender a rezar sin desfallecer. Mi corazón te anhela, mi corazón te busca y yo, confiado en tu Amor, vengo ante Ti para hablarte y escucharte. Señor, acrecienta mi fe para que confíe de verdad en Ti y en tu Palabra.

Acto penitencial

Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.

Señor Jesús, reconozco que me falta fe, que necesito confiar más en Ti y que muchas veces actúo directamente en contra de tu Amor. Sin embargo, mi corazón quiere encontrarse profundamente contigo por medio de esta oración. Ayúdame a confiar en tu misericordia. Te pido perdón por todas mis faltas de fe y por todas las ocasiones en las que me he cerrado a tu Amor.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día

“Dios hará justicia a sus elegidos que le gritan” (Lucas 18, 1-8)

Después les enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: «En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: “Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario”. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: “Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme”». Y el Señor dijo: «Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?».

Lectura espiritual breve

Meditemos en lo que nos dice San Juan Crisóstomo:

El que te redimió y el que quiso crearte, fue quien lo dijo. No quiere que cesen tus oraciones; quiere que medites los beneficios cuando pides y quiere que por la oración recibas lo que su bondad quiere concederte. Nunca niega sus beneficios a quien los pide y por su piedad excita a los que oran a que no se cansen de orar. Admite, pues, con gusto las exhortaciones del Señor: debes querer lo que manda y debes no querer lo que el mismo Señor prohíbe. Considera, finalmente, cuánta es la gracia que se te concede: tratar con Dios por la oración y pedir todo lo que deseas. Y aunque el Señor calla en cuanto a la palabra, responde con los beneficios. No desdeña lo que le pides, no se hastía sino cuando callas.

Breve meditación personal

Haz silencio en tu interior y pregúntate:

1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias Señor por la oportunidad que me das para hablar contigo y relacionarme contigo como hijo tuyo que soy. Te pido Señor me enseñes a orar y a ser perseverante en mi diálogo contigo. Me reconozco frágil en la oración; muchas son las veces que prefiero no rezar, pero Tú me llamas constantemente a pedirte, a hablarte, a confiar plenamente en Ti. Te pido Señor que no dejes de atraerme hacia Ti y que me des la perseverancia necesaria para acercarme a ti como Padre y amigo por el medio precioso de la oración. Amén.

Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

Santa María,
Madre del Señor Jesús y nuestra,
obténnos la presencia vivificante
del Espíritu,
y la gracia de andar siempre
por los caminos de Dios.

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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