Ciclo A – Tiempo Ordinario – Semana 30 – Viernes
3 de noviembre de 2017
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, te pido que me ilumines con la luz de tu Espíritu Santo. Que este momento, sea de silencio y recogimiento interior para poder estar atento a tu palabra, acogerla en mi corazón y ponerla por obra, a ejemplo de Santa María.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Perdóname Señor por todos los momentos en que me alejo de Ti optando por las migajas que me ofrece este mundo pasajero. Confío y espero en Ti porque sé que eres un Dios de amor y de misericordia.
Lectura Bíblica
«¿Está permitido curar en sábado o no?» Lc 14,1-6
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Delante de Él había un hombre enfermo de hidropesía. Jesús preguntó a los doctores de la Ley y a los fariseos: «¿Está permitido curar en sábado o no?». Pero ellos guardaron silencio. Entonces Jesús tomó de la mano al enfermo, lo curó y lo despidió. Y volviéndose hacia ellos, les dijo: «Si a alguno de ustedes se le cae en un pozo su hijo o su buey, ¿acaso no lo saca en seguida, aunque sea sábado?». A esto no pudieron responder nada.
Lectura espiritual breve
Meditemos con estas palabras de San Agustín:
La caridad se sabe en la Sagrada Escritura, y se posee en las santas obras; por tanto, muy amados hermanos míos, seguid y poseed la caridad, que es una cuerda con que dulce y saludablemente se atan las almas: pensad, que con ella el pobre se halla rico y contento, y sin ella el rico vive triste y descontento. Esta hace que podáis sufrir las adversidades, y os da templanza en las prosperidades: os da fortaleza contra las pasiones por duras que sean, y os da alegría en las buenas obras: os defiende de las tentaciones: os abre los corazones para con los próximos, y hace que viváis alegres con los que os aman, y tengáis paciencia para con los malos.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1. ¿Qué me dice el Evangelio que he leído?
2. ¿Cómo ilumina mi vida?
3. ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4. ¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Señor por enseñarme a vivir el amor auténtico. Ayúdame a no dejarme engañar conformándome con un cristianismo de formas. Que sea la caridad y el servicio una expresión concreta de mi opción por seguirte de cerca.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.