Ciclo A – Tiempo Ordinario – Semana 05 – Lunes
6 de febrero de 2017
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, Tú que te hiciste hombre para librarnos del pecado y traernos la reconciliación, ayúdame a disponer mi interior para acoger tu palabra, y así permitir que tu gracia encuentre un terreno fértil en mí.
Acto penitencial
(Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Señor, reconozco con dolor de corazón que he faltado contra Ti. Yo sé que Tú me amas y quieres lo mejor para mí, pero a pesar de ello, muchas veces vivo como si no lo supiese. Te pido que me veas con misericordia, y me des la coherencia para no faltar más contra Ti.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día
“La gente reconoció en seguida a Jesús” San Marcos 6,53-56.
Después de atravesar el lago, llegaron a Genesaret y atracaron allí. Apenas desembarcaron, la gente reconoció en seguida a Jesús, y comenzaron a recorrer toda la región para llevar en camilla a los enfermos, hasta el lugar donde sabían que él estaba. En todas partes donde entraba, pueblos, ciudades y poblados, ponían a los enfermos en las plazas y le rogaban que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y los que lo tocaban quedaban curados.
Lectura espiritual breve
Reflexiona con estas palabras del Padre Sebastián Correa:
Es frecuente que cuando nos encontramos con una persona con problemas, o que está en una situación difícil, no encontramos las palabras adecuadas para poder ayudarla. Es más, muchas veces simplemente no hay mucho que podamos hacer por ellos, ya que sus problemas parecen superar nuestra capacidad de acción. Algo similar debe haber sucedido con muchos de los enfermos que ponían en las plazas y en el camino de Jesús para que Él los tocará y así fueran curados. Es por eso que algo que nos enseña el Evangelio hoy es que cuando acercamos a alguien en necesidad a Jesús no solamente lo estamos ayudando sino que lo estamos poniendo frente al único que es capaz de salvar a cualquier persona. Por lo mismo, no podemos quedarnos quietos sintiendo lástima por los “enfermos” que Dios ha puesto en nuestro camino. Es necesario que los llevemos a Jesús, que los acerquemos para que sea Él quien los cure y los ayude. ¡Qué ayuda más preciosa, que ayudarlos a ganar la vida eterna!
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Soy consciente de que Dios puede haber puesto a algunos “enfermos” en mi camino para que los ayude?
2.- ¿Qué acción concreta suelo realizar para llevarlos más cerca de Jesús?
3.- ¿Cómo puedo mejorar mi actitud ante las personas necesitadas para ser un puente entre Dios y ellos?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Buen Señor por esta oración. Gracias por lo que constantemente haces por salir a mi encuentro, para ayudarme a ser un mejor hijo del Padre. Te pido que me ayudes a que el mal nunca me sea indiferente, y que siguiendo tu ejemplo, yo también vele siempre por aquellos que sufren. Amén
(Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser,
ya que soy todo tuyo,
¡oh Madre de bondad!,
guárdame y protégemecomo hijo tuyo. Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.