Mi vida en Xto

Oración del miércoles: “Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás”

Ciclo A – Cuaresma – Semana 01 – Miércoles
8 de marzo de 2017

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor, hoy vengo a tu encuentro y te busco en el silencio porque quiero encontrarme contigo. Te pido que me ayudes a disponer mi corazón de la manera adecuada para acoger tu Palabra y para responder a ella, lleno de confianza y generosidad.

Acto penitencial

Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.

Señor, con humildad me reconozco pecador, sé que soy frágil y justamente por eso te pido que fijes tu mirada misericordiosa en mí corazón, me perdones y me fortalezcas, para que pueda levantarse y seguir caminando con renovado amor.

Lectura Bíblica

“Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás” Lc 11,29-32

Al ver Jesús que la multitud se apretujaba, comenzó a decir: “Esta es una generación malvada. Pide un signo y no le será dado otro que el de Jonás. Así como Jonás fue un signo para los ninivitas, también el Hijo del hombre lo será para esta generación. El día del Juicio, la Reina del Sur se levantará contra los hombres de esta generación y los condenará, porque ella vino de los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón y aquí hay alguien que es más que Salomón. El día del Juicio, los hombres de Nínive se levantarán contra esta generación y la condenarán, porque ellos se convirtieron por la predicación de Jonás y aquí hay alguien que es más que Jonás.

Lectura espiritual breve

Lee lo que nos enseña el Benedicto XVI:

La reacción de los discípulos, muchos de los cuales abandonaron a Jesús, no está muy alejada de nuestras resistencias ante el don total que Él hace de sí mismo. Porque acoger verdaderamente este don quiere decir perderse a sí mismos, dejarse implicar y transformar, hasta vivir de Él, como nos recordó el apóstol Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor, y si morimos, morimos para el Señor: tanto en la vida como en la muerte, pertenecemos al Señor”. “¡Esta palabra es dura!”; es dura porque a menudo confundimos la libertad con la ausencia de vínculos, con la convicción de poder actuar solos, sin Dios, al que se ve como un límite a la libertad. Esta es una ilusión que no tarda en volverse desilusión, generando inquietud y miedo y llevando, paradójicamente, a anhelar las cadenas del pasado: “Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto…” – decían los judíos en el desierto. En realidad, sólo en la apertura a Dios, en la acogida de su don, somos verdaderamente libres, libres de la esclavitud del pecado que desfigura el rostro del hombre, y capaces de servir al verdadero bien de los hermanos. (S.S. Benedicto XVI). 

Breve meditación personal

Haz silencio en tu interior y pregúntate:

1. ¿Qué me dice el evangelio que he leído?

2. ¿Cómo ilumina mi vida?

3. ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?

4. ¿Qué me falta para ser más como Él?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias, Señor, por este momento que he podido estar contigo, gracias por tu amor, por las luces que me regalas en el caminar. Te pido que me ayudes a luchar durante esta cuaresma contra todo aquello que me aleja de Ti y me impide acoger tu palabra con un corazón disponible y generoso. Amén

Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, 
vida, dulzura y esperanza nuestra; 
Dios te salve. 

A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva; 
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, 
en este valle de lágrimas. 

Ea, pues, Señora, abogada nuestra, 
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos, 
y después de este destierro muéstranos a Jesús, 
fruto bendito de tu vientre. 

¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María! 

Amén.

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Lecturas de la Misa del día