Ciclo A – Adviento – Semana 03 – Miércoles
14 de diciembre de 2016
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, así como Juan el Bautista reconoció tu grandeza, ayúdame a mí también para que reconozca tu presencia y pueda escuchar tu palabra para hacerla vida en mí.
Acto penitencial
(Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Te pido perdón Señor por mis pecados cometidos. Ayúdame a confiar en tu amor misericordioso que siempre perdona a quien en verdad se arrepiente. Y así pueda renovarme en la lucha por alcanzar la santidad.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día
“¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?” San Lucas 7,19-23
En aquel tiempo, Juan envió a dos de sus discípulos a preguntar al Señor: “¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?”.
Cuando se presentaron ante él, le dijeron: “Juan el Bautista nos envía a preguntarte: ‘¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?’”.
En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos.
Entonces respondió a los enviados: “Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres.
¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!”.
Lectura espiritual breve
El Padre Juan José Paniagua nos dice:
Manda Juan el Bautista a sus discípulos a preguntarle a Jesús: ¿Eres Tú el que ha de venir o debemos esperar a otro? Hoy en día muchos también se hacen la misma pregunta. ¿Eres Tú Jesús en quien debo poner toda mi confianza? ¿Eres Tú el que me puede dar esa felicidad y esa vida plena que tanto busco?
Jesús va a responder, pero no sólo con palabras, sino también con sus obras, sobre todo con obras de misericordia: “Los ciegos ven, los inválidos caminan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen…”.
Dios también ha actuado con misericordia sobre nosotros, pero a veces no lo reconocemos. Jesús es el que tenía que venir a darnos una vida plena y no va a venir otro. Nuestra confianza debe estar puesta en Él.
Jesús ya se ha manifestado y nos invita a manifestar nuestra fe también en las obras. Demos testimonio de que somos de Cristo, haciendo como Él. Que nos reconozcan por nuestras buenas obras, por la misericordia que vivimos para con el prójimo.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Percibo cómo Dios también ha actuado con misericordia en mi vida?
2.- ¿De qué manera o en qué momentos?
3.-¿En este Adviento, qué acciones de misericordia puedo vivir especialmente para poner por obra mi fe?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Señor Jesús por estar conmigo en esta oración. Te agradezco por como te vas manifestando en mí vida y me ayudas a comprender cómo es que estás en medio de nosotros. Ayúdame, Buen Jesús, a vivir coherentemente como quien está con su señor, para que así nada pueda separarme de Ti. Amén
(Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Termina esta oración rezándole a María:
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.