Ciclo B – Cuaresma – Semana 02 – Miércoles
03 de marzo de 2021
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Buen Jesús, hoy nuevamente me pongo en tu presencia porque deseo dialogar contigo, pues tengo un gran anhelo de encontrarme contigo. Sé que la amistad hay que construirla día a día, por eso te pido que me ayudes a buscarte siempre. Que mi corazón no se deje llevar por las distracciones del mundo y seas Tú siempre el centro de mi vida.
Acto penitencial
(Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Quiero decirte también Jesús, que junto con el amor que te tengo, descubro en mi interior una contradicción, porque mis obras muchas veces me alejan de Ti. Sé que la razón son mis opciones libres de escoger el pecado. Ayúdame a escoger bien, que el amor triunfe sobre el egoísmo, y que confiando cada día más en tu infinita misericordia viva con cada vez mayor firmeza mi vida cristiana.
Lectura Bíblica
“El que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes” Mt 20,17-28
Cuando Jesús se dispuso a subir a Jerusalén, llevó consigo sólo a los Doce, y en el camino les dijo: “Ahora subimos a Jerusalén, donde el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas. Ellos lo condenarán a muerte y lo entregarán a los paganos para que sea maltratado, azotado y crucificado, pero al tercer día resucitará”. Entonces la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. “¿Qué quieres?”, le preguntó Jesús. Ella le dijo: “Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”. “No saben lo que piden”, respondió Jesús. “¿Pueden beber el cáliz que yo beberé?”. “Podemos”, le respondieron. “Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha o a mi izquierda, no me toca a mí concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”. Al oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos. Pero Jesús los llamó y les dijo: “Ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga servidor de ustedes; y el que quiera ser el primero que se haga su esclavo: como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud”.
Lectura espiritual breve
Esta meditación te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio:
En este Evangelio ocurre una gran contradicción. Por un lado está Jesús, caminando, decidido a cumplir la misión que el Padre le ha encomendado. Está dispuesto a entregar su vida en rescate por muchos. Y toma aparte a los doce y les anuncia su Pasión, que va a morir en la cruz por amor a los hombres. Pero por otro lado vemos a los apóstoles, necios. Físicamente cerca del Señor, caminaban a su lado, pero su corazón no estaba con el Señor, no estaba sintonizado con las cosas de Dios.
La madre de Juan y Santiago le pide a Jesús los puestos de honor para sus hijos, sentarse a su derecha y a su izquierda. Exactamente lo contrario de lo que Jesús acababa de decirles. Y no sólo eso, sino que los otros 10 se molestan con estos dos hermanos, en el fondo porque ellos también anhelaban lo mismo. Anhelaban el poder y la gloria egoísta. Este Evangelio es una invitación para estar alertas y ver la fuerza que tienen los criterios del mundo. Se van metiendo imperceptiblemente en nuestras vidas. Nadie está libre.
Incluso para estos hombres, los más cercanos a Jesús, la ambición, la codicia, el egoísmo se les mete en el corazón. Es por lo tanto una invitación a que estemos alerta, porque también nos puede ocurrir a nosotros. Porque la vida cristiana no consiste en buscarnos a nosotros mismos, sino en servir a los demás. “El que quiera ser grande entre ustedes, que sea el servidor de los demás”, nos ha dicho el Señor. Porque el verdadero poder es el servicio. El que sirve deja una huella en este mundo, en el corazón de muchos hombres.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Cómo vivo el servicio en mi vida? ¿He acogido esa invitación de Jesús a hacerme servidor de los demás?
2.- Al examinarme, ¿creo que la ambición o la envidia, son vicios que me están alejando de Dios?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias, Señor, por esta oración. Te ruego que me ayudes a cumplir la obra del Padre, siguiendo como Tú seguiste, un camino de entrega humilde. Que durante este tiempo de cuaresma, yo no busque ser “grande” ante los hombres, sino que sea siempre un humilde servidor de tu Reino. Amén
(Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.