Mi vida en Xto

Oración del martes: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?»

Ciclo A – Tiempo Ordinario – Semana 13 – Martes
30 de junio de 2020

Jesus en la tormenta

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, a Ti que eres la Palabra hecha carne, te pido que me ilumines con tu Santo Espíritu, para que acogiendo lo que me dices en el Evangelio, pueda yo también ser luz que ilumine al mundo.

Acto penitencial

Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.

Te pido perdón Jesús por todos mis pecados. Sé que no soy digno de tu perdón, pero tu misericordia es más grande que mis pecados. Acoge, Buen Señor, a este humilde siervo tuyo y ayúdame a seguir el camino que conduce a la vida.

Lectura Bíblica

«¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Mt 8,23-27

Jesús subió a la barca y sus discípulos le siguieron. Se levantó una tormenta muy violenta en el lago, con olas que cubrían la barca, pero él dormía. Los discípulos se acercaron y lo despertaron diciendo: «¡Señor, sálvanos, que estamos perdidos!» Pero él les dijo: «¿Por qué tenéis miedo, hombres de poca fe?» Entonces se levantó, dio una orden al viento y al mar, y todo volvió a la más completa calma. Grande fue el asombro; aquellos hombres decían: «¿Quién es éste, que hasta los vientos y el mar le obedecen?»

Lectura espiritual breve

Lee estas breves palabras del Beato Charles de Foucauld:

Hijos míos, pase lo que pase, recordad que yo estoy siempre con vosotros. Acordaros que, visible o invisible, despierto o dormido, vigilo siempre, estoy por todas partes, soy todopoderoso. No tengáis jamás ningún temor, ninguna inquietud: estoy ahí, vigilo, os amo, lo puedo todo… ¿Qué más hacer por vosotros?… Acordaros de estas tempestades, cuando erais tranquilizados con una palabra, haciendo suceder una gran calma. Tened confianza, fe, y coraje; acordaros sin inquietud por parte de vuestro cuerpo y vuestra alma, pues yo estoy ahí, todopoderoso y amándoos. Pero que vuestra confianza no nazca de la dejadez, de la ignorancia de los peligros, ni de vuestra confianza o la de otras criaturas… Los peligros que corréis son inminentes; los demonios, enemigos fuertes y astutos, vuestra naturaleza pecadora y el mundo mismo os harán una guerra encarnizada. Y en esta vida, la tempestad es casi constante, y vuestra barca está siempre cerca de zozobrar… Más no olvidéis, estoy ahí, contigo, ¡esta barca es insumergible! Desconfiad de todo, sobretodo de vosotros, pero tened una confianza total en mí que he desterrado toda inquietud.

Breve meditación personal

Haz silencio en tu interior y pregúntate:

1. En los momentos de tormenta de mi vida, ¿miro al Señor y pido su salvación, o me encierro en mí mismo y mis problemas? 

2. ¿Cuánto rezo por otras personas que sé que pasan por momentos de tempestad y tribulación?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias Buen Jesús por esta oración. Ayúdame a que las tempestades de la vida no me hagan tener miedo, sino que sean un momento de gracia para comprender que Tú estás siempre a mi lado y que no tengo nada que temer. Amén.

Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que
han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido abandonado de Ti.

Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.

¡Oh Madre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente. Amén

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.