Ciclo B – Cuaresma – Semana 01 – Lunes
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, Tú que has venido para servir y no para ser servido, ayúdame a tener un corazón dócil como el tuyo, para ser permeable a tu palabra y así poder conformarme contigo y ser un servidor de tu amor ante el mundo.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Buen Jesús, Tú que has venido a traer el perdón a los pecadores, que viniste para estar con los enfermos y los necesitados, acoge en tu perdón a este hermano tuyo. Me presento ante ti frágil y pecador, necesitado de tu abrazo de amor, con la plena conciencia que no soy perfecto, que he caído, que he faltado en obra y omisión, pero confiado en tu misericordia de todo corazón te pido perdón.
Lectura Bíblica
“Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”(Mt 16,13-19)
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: «¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?» Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas». «Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?» Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». Y Jesús le dijo: «Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la Sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo».
Lectura espiritual breve
Medita con este texto del Padre Juan José Paniagua:
Celebramos hoy la Solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo. San Pedro, el primero de los apóstoles, que negó a Jesús 3 veces, que era tardo para comprender las cosas de Dios, que hirió al criado del sumo sacerdote cortándole la oreja, en una actitud muy violenta. Y también Pablo, no estaba muy lejos de esto. Aprobó la muerte del primer mártir San Esteban. Y no solo lo aprobó, sino que se entusiasmó y él en persona empezó a perseguir a los cristianos para que los encarcelaran. Se convirtió en un personaje temido y terrible. Y a estos 2 hombres, Dios los escogió para ser las dos columnas de la Iglesia. Dos hombres llenos de defectos, errores y pecados. Estaban muy lejos de ser perfectos. ¿Cómo el Señor se puede haber fijado en dos personas con tantos errores y haberles confiado nada más y nada menos que Su Iglesia? ¿No habían algunos un poco mejores por ahí? Quizá esto nos recuerda que en realidad nosotros también somos así. La Iglesia está conformada por seres humanos que estamos muy lejos de ser perfectos. Nuestro orgullo está en que somos pecadores perdonados y que Jesús nos ha mirado con misericordia. Así, cuando nos ponemos en las manos de Jesús, también el Señor nos quiere mostrar las cosas grandiosas que quiere hacer a través de nuestras vidas, si es que lo dejamos actuar.
El Señor también necesita de nosotros y nos está llamando a una misión en la Iglesia. Jesús nos ha escogido, así como somos. Con nuestros errores y pecados. El Señor no está esperando a que lleguemos en envase de lujo. No es necesario que ser perfectos. No es necesario ser buenísimo para poner manos a la obra en la misión de la Iglesia. Así como eres, Dios ya te está llamando y quiere que seas generoso, para que Dios puede amar a los demás a través tuyo.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1. ¿Cuál crees que es tu misión en la Iglesia? ¿De qué manera descubres que Dios te invita a servir?
2. ¿Descubres que a veces eres muy perfeccionista? ¿Te miras a ti mismo con paciencia y con misericordia, como Dios te ve?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Señor por amarnos tanto y por dar tu vida en rescate por nosotros. Ayúdame Buen Jesús a no caer en el espejismo de las ansias de poder, de éxito y de gloria mundana; sino que siguiendo tu ejemplo de amarnos hasta el extremo, yo también pueda servir a mis hermanos sin buscar una gloria terrena, sino que sólo busque la alegría y felicidad de tu vida eterna. Amén
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.