Año C – Tiempo Ordinario – Semana 08 – Lunes
23 de mayo de 2016
+ En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.
Oración inicial
Maestro Bueno, te agradezco por tener este momento de encuentro contigo. Ayúdame a disponer mi corazón para escuchar tu Palabra, y pueda seguirla con toda mi vida.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Señor, te pido perdón por las veces en que me he alejado de Ti. Soy frágil y pecador, lo reconozco con humildad. Me arrepiento de mis faltas y pecados y te prometo esforzarme por no volver a cometerlos nuevamente. Sé que cuento con tu gracia y que nunca me abandonas. Gracias por tu perdón y por amarme tanto.
Lectura bíblica del Evangelio del día
“Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?” (Mc 10,17-27)
Cuando se puso en camino, un hombre corrió hacia él y, arrodillándose, le preguntó: “Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la Vida eterna?”. Jesús le dijo: “¿Por qué me llamas bueno? Sólo Dios es bueno. Tú conoces los mandamientos: No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no perjudicarás a nadie, honra a tu padre y a tu madre”. El hombre le respondió: “Maestro, todo eso lo he cumplido desde mi juventud”. Jesús lo miró con amor y le dijo: “Sólo te falta una cosa: ve, vende lo que tienes y dalo a los pobres; así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme”. El, al oír estas palabras, se entristeció y se fue apenado, porque poseía muchos bienes. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: “¡Qué difícil será para los ricos entrar en el Reino de Dios!”. Los discípulos se sorprendieron por estas palabras, pero Jesús continuó diciendo: “Hijos míos, ¡Qué difícil es entrar en el Reino de Dios!. Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de Dios”. Los discípulos se asombraron aún más y se preguntaban unos a otros: “Entonces, ¿quién podrá salvarse?”. Jesús, fijando en ellos su mirada, les dijo: “Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque para él todo es posible”.
Lectura espiritual breve
Lee este texto del Padre Juan José Paniagua que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio.
Hoy este joven del Evangelio, hace una de las preguntas más importantes de la vida cristiana: ¿Qué tengo que hacer para heredar la vida eterna? Porque alcanzar la salvación es lo más importante que puede haber en la vida, le da sentido a todo lo que hacemos.
Y Jesús va a responderle en dos tiempos. Por un lado, enumerándole los mandamientos del amor al prójimo, quiere resaltarle que hay una parte del camino que ya ha recorrido, y eso es muy valioso. Jesús deja constancia de la lucha que ha sostenido a favor del bien. Pero el Señor no se queda ahí, siempre nos reta, nos desafía. Hoy nos está lanzando también un desafío más grande. Porque quizá para nosotros, al igual que para el joven, ha sido muy bueno lo que hemos vivido, pero no nos basta. ¿Qué más quieres de mi vida Señor?
Y aquí viene la segunda parte interesante: el desafío. Déjalo todo y sígueme. Es la invitación a ser libres, a que nada nos ate, a que no haya nada en este mundo, ningún apego secundario que haga pesado nuestro caminar. Abracémonos a la Cruz de Jesús. Esa Cruz que muchas veces nos da miedo, es quizá el camino para purificarnos. Ese ojo de la aguja por el cual el camello tiene que pasar, es la Cruz de Jesús. Por ahí tenemos que pasar. La Cruz por la que estamos pasando, a veces nos puede parecer opresora, pero no es así. Es más bien Dios que nos educa, que nos va dando forma a través de ella. Como lo ha dicho la primera lectura: “Alégrense, aunque de momento tengan que sufrir un poco en pruebas diversas”. Porque la calidad de la fe se mide en las pruebas, como el oro se purifica en el fuego.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate
1. ¿Valoras y reconoces la parte buena del camino que ya has avanzado? ¿En qué cosas crees que has crecido como persona y cristiano?
2. ¿Qué es lo más importante que te falta por avanzar aún? ¿Hay algunas cosas a las que Dios te puede estar pidiendo que renuncies, pero aún no lo haces?
Acción de gracias y peticiones
Gracias Jesús por esta oración. Gracias por estar conmigo y por ser mi fortaleza. Yo sé que de Ti viene la paz verdadera y que si estoy contigo podré superar todas las pruebas y sufrimientos que encuentre en mi camino. Ayúdame a buscarte siempre y confiar plenamente en Ti. Amén.
Si quieres, puedes hacer pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Termina esta oración rezándole a Santa María.
¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser,
ya que soy todo tuyo,
¡oh Madre de bondad!,
guárdame y protégemecomo hijo tuyo. Amén.
+ En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.
Lee la homilía del Papa Francisco