Ciclo A – Tiempo Ordinario – Semana 20 – Lunes
21 de agosto de 2017
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, sé que Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida. Sé que me llamas a caminar de tu mano y seguirte. No siempre es fácil. Por eso acudo a Ti para que me des la gracia que necesito para responder con fidelidad al llamado que me haces.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Señor, Dios mío, puesto en tu presencia me doy cuenta de que muchas veces construyo mi vida sobre cosas efímeras, que no tienen valor. Te aparto de mis proyectos, de mis ideales, de mis planes, y me dejo llevar por cosas pasajeras y que en última instancia me dejan vacío. Ayúdame a construir una vida de santidad y felicidad a tu lado.
Lectura Bíblica
«El joven se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes» Mt 19,16-22
Luego se le acercó un hombre y le preguntó: «Maestro, ¿qué obras buenas debo hacer para conseguir la vida eterna?». Jesús le dijo: «¿Cómo me preguntas acerca de lo que es bueno? Uno solo es el Bueno. Si quieres entrar en la vida eterna, cumple los mandamientos». «¿Cuáles?», preguntó el hombre. Jesús le respondió: «No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honrarás a tu padre y a tu madre, y amarás a tu prójimo como a ti mismo». El joven dijo: «Todo esto lo he cumplido: ¿qué me queda por hacer?». «Si quieres ser perfecto, le dijo Jesús, ve, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres: así tendrás un tesoro en el cielo. Después, ven y sígueme». Al oír estas palabras, el joven se retiró entristecido, porque poseía muchos bienes.
Lectura espiritual breve
Lee este texto del Papa Emérito Benedicto XVI:
El joven rico le pregunta a Jesús: «¿Qué tengo que hacer?». La etapa de la vida en la que estáis es un tiempo de descubrimiento: de los dones que Dios os ha dado y de vuestras propias responsabilidades. También es tiempo de opciones fundamentales para construir vuestro proyecto de vida. Por tanto, es el momento de interrogaros sobre el sentido auténtico de la existencia y de preguntaros: «¿Estoy satisfecho de mi vida? ¿Me falta algo?». Como el joven del Evangelio, quizá también vosotros vivís situaciones de inestabilidad, de confusión o de sufrimiento, que os llevan a desear una vida que no sea mediocre y a preguntaros: ¿Qué es una vida plena? ¿Qué tengo que hacer? ¿Cuál puede ser mi proyecto de vida? «¿Qué he de hacer para que mi vida tenga pleno valor y pleno sentido?». ¡No tengáis miedo a enfrentaros con estas preguntas! Ya que más que causar angustia, expresan las grandes aspiraciones que hay en vuestro corazón. Por eso hay que escucharlas. Esperan respuestas que no sean superficiales, sino capaces de satisfacer vuestras auténticas esperanzas de vida y de felicidad. Para descubrir el proyecto de vida que realmente os puede hacer felices, poneos a la escucha de Dios, que tiene un designio de amor para cada uno de vosotros. Decidle con confianza: «Señor, ¿cuál es tu designio de Creador y de Padre sobre mi vida? ¿Cuál es tu voluntad? Yo deseo cumplirla». Tened la seguridad de que os responderá. ¡No tengáis miedo de su respuesta! «Dios es mayor que nuestra conciencia y lo sabe todo» (1Jn 3,20).
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1. ¿Qué me dice el Evangelio que he leído?
2. ¿Cómo ilumina mi vida?
3. ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Señor por tu invitación a estar siempre cerca de Ti. Ayúdame a responder con alegría y generosidad como tantos hermanos y hermanas míos. Que con el auxilio de tu gracia pueda decirte siempre “sí” con el corazón y llevarlo a la acción. Amén.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti
y en prueba de mi afecto,
con amor filial te consagro en este día
todo lo que soy,
todo lo que tengo.Guarda y protege,
y también defiende a este hijo tuyo,
que así sea. Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.