Año B. Pascua. Semana 7. Sábado
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, Tú que llamaste a los discípulos a seguirte con toda su vida, ayúdame a escuchar tu Palabra para poder conocer tu Plan para mí, y así pueda también seguirte con mi vida. Que esta oración, Señor, me ayude a estar cada vez más cerca Tuyo y pueda seguir siempre tu Plan de amor.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Señor Dios Todopoderoso, Tú conoces mi interior. Sabes cuanto te amo y sabes también cuanto te he fallado. Por eso ahora te pido perdón por todas mis faltas, pecados y omisiones. Me arrepiento de haberte crucificado una vez más con mis pecados. Ayúdame a luchar por no pecar más y así serte fiel por toda la vida.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día
“Tú, sígueme” (Juan 21,20-25)
Pedro, volviéndose, vio que lo seguía el discípulo al que Jesús amaba, el mismo que durante la Cena se había reclinado sobre Jesús y le había preguntado: “Señor, ¿quién es el que te va a entregar?”. Cuando Pedro lo vio, preguntó a Jesús: “Señor, ¿y qué será de este?”. Jesús le respondió: “Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa? Tú sígueme”. Entonces se divulgó entre los hermanos el rumor de que aquel discípulo no moriría, pero Jesús no había dicho a Pedro: “El no morirá”, sino: “Si yo quiero que él quede hasta mi venida, ¿qué te importa?”. Este mismo discípulo es el que da testimonio de estas cosas y el que las ha escrito, y sabemos que su testimonio es verdadero. Jesús hizo también muchas otras cosas. Si se las relata detalladamente, pienso que no bastaría todo el mundo para contener los libros que se escribirían.
Lectura espiritual breve
Lee esta breve reflexión que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio:
El seguimiento de Jesús es la actitud propia del Apóstol. En San Pedro está el seguimiento heroico hasta el martirio, en San Juan el seguimiento heroico de perseverar en la vida cotidiana hasta el fin. Ambos testimonios iluminan la vida de todo cristiano. La muerte ante todo lo que es muerte, y la perseverancia ante toda dificultad, son actitudes propias de quien se ha decidido a seguir a Cristo. Vivir una vida cristiana no es tarea sencilla. Pero como todo seguimiento, es un seguir a “alguien”. Y en este caso, seguimos a Aquel que es “el” Camino, la Verdad y la Vida. Sólo siguiendo de Cristo, dándole la propia vida, y perseverando hasta el fin, es que encontraremos nuestra auténtica felicidad.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Señor Jesus, te doy gracias por esta oración. Te pido que me concedas la gracia para cooperar activamente con todos mis actos en el cumplimiento de la misión que tienes para mí. Amén.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Santa María,
Madre del Señor Jesús y nuestra,
obténnos la presencia vivificante
del Espíritu,
y la gracia de andar siempre
por los caminos de Dios.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.