Año B – Tiempo Ordinario – Semana 12 – Jueves
28 de junio de 2018
+ En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.
Oración Inicial
Señor Jesús, sé que Tú eres la única roca firme sobre la cual debo construir mi vida. Solo Tú le puedes dar auténtico sentido a todas mis actividades, y junto a Ti no hay batalla ni lucha que no pueda vencer. Acompáñame en este momento de oración, y ayúdame con tu gracia a procurar que seas Tú el centro de mi vida y la roca firme sobre la cual construyo mi santidad.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Señor, Dios mío, puesto en Tu presencia me doy cuenta de que muchas veces construyo mi vida sobre cosas efímeras, que no tienen valor. Te aparto de mis proyectos, de mis ideales, de mis planes, y me dejo llevar por cosas pasajeras y que en última instancia me dejan vacío. Ayúdame a construir una vida de santidad y felicidad a tu lado, siempre en referencia a ti y tu Plan Divino de Amor.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día
“Construir sobre roca” (Mt 7,21-29)
No son los que me dicen: ‘Señor, Señor’, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo. Muchos me dirán en aquel día: ‘Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?’. Entonces yo les manifestaré: ‘Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal’. Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica, puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero esta no se derrumbó porque estaba construida sobre roca. Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica, puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: esta se derrumbó, y su ruina fue grande”. Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.
Lectura Espiritual breve
Lee este texto del Padre Juan José Paniagua que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio:
Toda construcción robusta, además de contar con buenos materiales, necesita estar construida sobre cimientos sólidos. Por eso el Señor nos dice hoy que no basta con decir “Señor, Señor”, sino hay que poner la palabra por obra. Porque el que escucha la Palabra de Dios y la pone por obra es como ese hombre prudente que construyó su casa sobre roca. Así queda claro que la solidez no proviene de nosotros. La solidez proviene de nuestra unión con Dios, que es la roca. Es ahí donde nuestra construcción se sostiene.
Y es importante, porque estamos en medio de una lucha. Y no nos dice el Señor que si estamos con Él no habrá enemigos, ni tentaciones, ni adversidades. Más bien todo lo contrario. Y lo explica de manera muy gráfica: caerá la lluvia por arriba, vendrán los torrentes por abajo, soplarán los vientos por los costados, es decir, los enemigos vendrán por todos lados, pero la casa no caerá. Porque la promesa del Señor, aquella de la cual no podemos dudar, es que no seremos derrotados si estamos con Él, si Él es nuestra roca, si Él es el centro de nuestras vidas. No seamos entonces, como ha denunciado el Papa Francisco, cristianos maquillados, a quienes apenas les cae un poco de lluvia se les cae todo el maquillaje. No seamos cristianos de apariencia, pongamos por obra lo que Dios nos pide.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1. ¿Qué puedo hacer para fortalecer mi vida espiritual, para estar más afincado en el Señor?
2. ¿Identifico cuáles son los principales enemigos que acechan mi casa para derrumbarla?
Acción de gracias y peticiones personales
Te quiero agradecer, Señor, por este momento de oración, y porque me ayudas a tomar conciencia nuevamente de que solo Tú eres la roca firme sobre la cual debo edificar mi santidad. Ayúdame a ver siempre lo que es esencial y a poner por obra aquello que me propongo para crecer en mi vida cristiana. Que con el auxilio de tu gracia pueda decirte siempre “sí” con el corazón y llevarlo a la acción. Amén.
Si quieres, puedes hacer pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Termina esta oración rezándole a María.
Madre del Redentor, Virgen fecunda
puerta del Cielo
siempre abierta,
estrella del mar
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante la admiración
de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo Creador,
y permaneces siempre Virgen,
recibe el saludo del ángel Gabriel
y ten piedad de nosotros pecadores.
+ En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.