Ciclo A – Tiempo Ordinario – Semana 21 – Jueves
31 de agosto de 2017
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Buen Jesús, gracias por todas las bendiciones que me das. Gracias por el don de la fe y por permitirme estar en tu presencia. Te pido, Señor, que me ayudes a hacer silencio para poder escucharte y acogerte en mi vida.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Señor Jesús, a Ti que te hiciste hombre no para juzgarnos sino para reconciliarnos, te pido perdón por todos mis pecados y omisiones. Yo sé que soy débil y pecador, pero sé también que para quien confía en Ti todo es posible. Me pongo en tus manos y te pido que me ayudes a estar vigilante en mi conversión, pues no sé ni el día ni la hora en que decidas llamarme a tu presencia.
Lectura Bíblica
«Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo» Mt 24,42-51
Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. ¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes. Pero si es un mal servidor, que piensa: «Mi señor tardará», y se dedica a golpear a sus compañeros, a comer y a beber con los borrachos, su señor llegará el día y la hora menos pensada, y lo castigará. Entonces él correrá la misma suerte que los hipócritas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes.
Lectura espiritual breve
Lee lo que enseña el Concilio Vaticano II:
Por eso procuramos agradar en todo al Señor (ver 2Cor 5,9) y nos revestimos de la armadura de Dios para permanecer firmes contra las asechanzas del demonio y resistir en el día malo (ver Ef 6,11-13). Y como no sabemos el día ni la hora, es necesario, según la amonestación del Señor, que velemos constantemente, para que, terminado el único plazo de nuestra vida terrena (ver Heb 9,27), merezcamos entrar con Él a las bodas y ser contados entre los elegidos (ver Mt 25,31-46), y no se nos mande, como a siervos malos y perezosos (ver Mt 25,26), ir al fuego eterno (ver Mt 25,41), a las tinieblas exteriores, donde «habrá llanto y rechinar de dientes» (Mt 22,13 y 25,30). Pues antes de reinar con Cristo glorioso, todos debemos comparecer «ante el tribunal de Cristo para dar cuenta cada uno de las obras buenas o malas que haya hecho en su vida mortal» (2Cor 5,10); y al fin del mundo «saldrán los que obraron el bien para la resurrección de vida; los que obraron el mal, para la resurrección de condenación» (Jn 5,29; ver Mt 25, 46).
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1. ¿Qué me dice el Evangelio que he leído?
2. ¿Cómo ilumina mi vida?
3. ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Buen Señor. Gracias por tu reconciliación y por el amor que me tienes. Ayúdame a estar vigilante, viviendo una vida cristiana coherente. Dame la gracia que necesito para ser fiel hasta la muerte. Amén.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Madre del Redentor, Virgen fecunda
puerta del Cielo
siempre abierta,
estrella del mar
ven a librar al pueblo que tropieza
y se quiere levantar.
Ante la admiración
de cielo y tierra,
engendraste a tu Santo Creador,
y permaneces siempre Virgen,
recibe el saludo del ángel Gabriel
y ten piedad de nosotros pecadores.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.