Semana 1: La fidelidad conyugal se inspira en el amor fiel de Dios
«Firme es su misericordia con nosotros, su fidelidad dura por siempre». Sal 116,2
Criterio para iluminar el día
La fidelidad conyugal se sostiene en el amor de Dios.
Acciones concretas
Ejercitar por lo menos una acción
Sostenido por el amor de Dios seré fiel al compromiso de amar a mi cónyuge:
- En los momentos de alegría diré: “¡Gracias Señor!”
- En los momentos de dificultad diré: “Señor Jesús, en ti confío”.
- Rezaré la cita: «¡Oh Dios! Crea en mí un corazón puro, renuévame por dentro con espíritu firme» (Sal 50,12).
Oración de la semana
Oración del amor fiel
Dios Omnipotente. A Ti te debo todo. Me has creado de la nada y me has dado una vida que no tendrá fin. Me has dado la fe y me has llamado a ser parte de tu pueblo santo. Has puesto tu mirada sobre mí y me has acompañado a lo largo del camino, también cuando me parecía estar solo. Y sólo porque no has querido que me quedase solo sobre esta tierra, has hecho que encuentre a mi esposa (o).
Ayúdame Señor a no olvidar la grandeza de este don y a glorificarte cada día amando y honrando a mi mujer (marido), según las promesas que recité el día de mi matrimonio, en tu presencia.
Tú, que has hecho de esta unión sagrada e indisoluble, dame la fuerza para vivirla cristianamente, en la fidelidad y en la caridad, en el gozo de verla crecer y fructificar.
Cuida mi familia. Y si en el camino encuentro las tentaciones, y si en mi miseria y en mi pecado corro el riesgo de violar la alianza que has sellado, de traicionar el bien supremo que me has confiado, antes que caer te pido con todo el corazón que me llames a tu presencia.
Para que en la muerte pueda abrazarte por siempre, Padre bueno y misericordioso, y no eche a perder con mi egoísmo la obra de tu amor.
Amen.