Cuaresma Lecturas del día

Lecturas del Lunes de la 1ª semana de Cuaresma

Lev 19,1-2.11-18 / Sal 18,8.9.10.15 (R.: Jn 6,63b) / Mt 25,31-46

PRIMERA LECTURA

Juzga con justicia a tu conciudadano.

Lectura del libro del Levítico     19,1-2.11-18

El Señor habló a Moisés:
«Habla a la asamblea de los hijos de Israel y diles:

“Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo.
No robaréis ni defraudaréis ni engañaréis
a ninguno de vuestro pueblo.

No juraréis en falso por mi nombre,
profanando el nombre de Dios.
Yo soy el Señor.

No explotarás a tu prójimo ni lo expropiarás.
No dormirá contigo hasta el día siguiente el jornal del obrero.

No maldecirás al sordo ni pondrás tropiezos al ciego.
Teme a tu Dios.
Yo soy el Señor.

No daréis sentencias injustas.
No serás parcial
ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico.
Juzga con justicia a tu conciudadano.

No andarás con cuentos de aquí para allá,
ni declararás en falso
contra la vida de tu prójimo.

Yo soy el Señor.

No odiarás de corazón a tu hermano. Reprenderás a tu pariente,
para que no cargues tú con su pecado.

No te vengarás ni guardarás rencor a tus parientes,
sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Yo soy el Señor.”»

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 18,8.9.10.15 (R.: Jn 6,63b)

R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida.

La ley del Señor es perfecta
y es descanso del alma;
el precepto del Señor es fiel
e instruye al ignorante. R/.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida
y da luz a los ojos. R/.

La voluntad del Señor es pura
y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos
y enteramente justos. R/.

Que te agraden las palabras de mi boca,
y llegue a tu presencia
el meditar de mi corazón,
Señor, roca mía, redentor mío. R/.

Versículo antes del evangelio   2Cor 6,2b

Ahora es tiempo favorable,
ahora es día de salvación.

EVANGELIO

Cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.

+ Lectura del santo evangelio según san Mateo     25,31-46

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones.
Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras.
Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda.
Entonces dirá el rey a los de su derecha:
“Venid vosotros, benditos de mi Padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuve desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a yerme”.
Entonces los justos le contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?”.
Y el rey les dirá:
“En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.
Entonces dirá a los de su izquierda:
“Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”.
Entonces también estos contestarán:
“Señor, ¿cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?”.
Él les replicará:
“En verdad os digo: lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”.
Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna».

Palabra del Señor.