Lecturas del día

Lecturas del Lunes de la 25ª semana del Tiempo Ordinario (I)

Esd 1,1-6 / Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6 (R.: 3a) / Lc 8,16-18

PRIMERA LECTURA

Los que pertenezcan al pueblo del Señor, que suban a Jerusalén para reconstruir el templo del Señor.

Comienzo del libro de Esdras     1,1-6

El año primero de Ciro, rey de Persia, el Señor, para cumplir lo que había anunciado por boca de Jeremías, movió a Ciro, rey de Persia, a promulgar de palabra y por escrito en todo su reino:

«Ciro, rey de Persia, decreta:
“El Señor, Dios del cielo, me ha entregado todos los reinos de la tierra y me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Los que entre vosotros pertenezcan a ese pueblo, que su Dios los acompañe, y suban a Jerusalén de Judá para reconstruir el templo del Señor, Dios de Israel, el Dios que habita en Jerusalén. Y a todos los supervivientes, dondequiera que residan, la gente del lugar proporcionará plata, oro, hacienda y ganado, además de las ofrendas voluntarias para el templo del Dios de Jerusalén.”»

Entonces, todos los que se sintieron movidos por Dios, cabezas de familia de Judá y Benjamín, sacerdotes y levitas, se pusieron en marcha y subieron a reedificar el templo de Jerusalén.

Sus vecinos les proporcionaron de todo: plata, oro, hacienda, ganado y otros muchos regalos de las ofrendas voluntarias.

Palabra de Dios.

Salmo responsorial

Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6 (R.: 3a)

R/. El Señor ha estado grande con nosotros.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, 
nos parecía soñar:
la boca se nos llenaba de risas, 
la lengua de cantares. R/.

Hasta los gentiles decían: 
«El Señor ha estado grande con ellos.» 
El Señor ha estado grande con nosotros, 
y estamos alegres. R/.

Que el Señor cambie nuestra suerte, 
como los torrentes del Negueb. 
Los que sembraban con lágrimas 
cosechan entre cantares. R/.

Al ir, iba llorando, 
llevando la semilla; 
al volver, vuelve cantando, 
trayendo sus gavillas. R/.

EVANGELIO

El candil se pone en el candelero para que los que entran tengan luz.

+ Lectura del santo evangelio según san Lucas     8,16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente:

—«Nadie enciende un candil y lo tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama; lo pone en el candelero para que los que entran tengan luz.

Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.

A ver si me escucháis bien: al que tiene se le dará, al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener.»

Palabra de Señor.